GESTIÓN DE INVENTARIOS: Administración de inventarios

1. Administración de inventarios

Una empresa siempre tiene que saber con precisión qué tiene en su haber, especialmente aquellas cuyo eje de negocio es almacenar productos para ser utilizados posteriormente.

Si no lleva este control, no hay forma que la empresa opere eficientemente, pues las consecuencias más comunes de una mala gestión de los inventarios son la administración de fondos deficiente y una consiguiente pérdida de beneficios.

La administración adecuada de inventarios pasa irremediablemente por la observación y registro del comportamiento de los consumidores de acuerdo a cada producto, para cifrar las existencias mínimas y máximas de cada uno de ellos. Ejemplo: El gestor de una panadería debe observar y registrar cuántas barras de pan y de qué tipo se venden a diario, con el fin de asegurar unas existencias mínimas que garanticen la satisfacción de su público. Igualmente, al tratarse de un alimento de corta duración y no almacenable, no podrá excederse en las existencias.

Independientemente del tipo de inventario que administre una empresa, su gestión deficiente constituye un riesgo potencial de exceso de stock y posible pérdida del mismo.

La gestión de inventario deficiente puede incluso terminar en el robo si no se implementan sistemas de rastreo continuado de stocks.

1.1 Concepto de inventario

El inventario está constituido por los artículos acumulados en el almacén en espera de ser vendidos o empleados en el proceso productivo.

¿Todos los inventarios son iguales?
No, existen diferentes formas de inventario y las empresas pueden utilizar una o más formas. En las empresas de producción se distinguen tres tipos de stocks que dan lugar a tres tipos de inventario: 

  • Inventario de materia prima; 
  • Inventario de productos en proceso/semielaborados; 
  • Inventario de productos terminados. 


Los inventarios vinculan la producción y la venta de un producto, y en muchas empresas es una partida fundamental, sobre todo en las empresas manufactureras, donde más del 50 % de su activo circulante está comprendido por el inventario.

En las empresas comerciales, donde no existe un proceso de transformación, sino que se encarga de compra-venta de artículos o mercancías, su inventario se define como Inventario de Mercancías.

1.2 Objetivos de la administración de inventarios

El objetivo de la administración de inventarios tiene dos aspectos contrapuestos que generan cierta conflictividad:

  • Por una parte, se pretende minimizar la inversión en inventario y así hay más recursos que se pueden invertir en otros propósitos que de otra forma no se podrían financiar.
  • Por la otra, hay que asegurarse de contar con existencias suficientes para satisfacer a la demanda y para que las operaciones de producción y comercialización funcionen sin dificultad.


La inversión en el inventario dependerá de las respuestas a estas preguntas:

  • ¿Cuántos productos voy a vender? 
  • ¿Cuánto tardo en fabricarlos? 
  • ¿Cuándo caduca mi producto? 
  • ¿Cuánto dura? 
  • ¿Cuánto tarda el proveedor en servirme las piezas para producir? 
  • ¿Qué pasa si me quedo sin piezas? 


¿Cómo calculo el nivel de mi inventario?
Para calcular el nivel del inventario, debemos tener la precaución de sumar al inventario funcional (que es el que cubre las salidas del proceso), un inventario de seguridad (que hará frente a cualquier eventualidad) y un inventario de anticipación (que permite cubrir las expectativas de crecimiento futuras).

Reduciendo el inventario se minimiza la inversión, pero se corre el riesgo de no poder satisfacer la demanda y de obstaculizar las operaciones de la empresa.

¿Cuándo mantener inventarios bajos?

  • Los costes de lanzamiento/distribución del producto son bajos; 
  • Los costes de almacenamiento son altos; 
  • Los proveedores son de confianza y cubrirían una rotura de stock; 
  • Existen dificultades para financiar las existencias; 
  • Se espera una importante reducción de los precios de compra; 


¿Cuándo mantener inventarios altos?

  • Los costes de lanzamiento son elevados; 
  • Los costes de almacenamiento son bajos; 
  • Se pueden obtener descuentos por pedidos grandes; 
  • Se espera un fuerte incremento de la demanda; 
  • Se prevén importantes subidas en los precios de compra 


Si se dispone de grandes cantidades de inventario, disminuye la probabilidad de rotura de stock, pero también se aumenta la inversión. Los grandes inventarios permiten además, un servicio más eficiente a las demandas de los clientes. Si un producto se agota, se pueden perder ventas en el presente y también en el futuro.

1.3 Técnicas de administración de inventarios

Existen varios métodos para controlar inventarios; los más habituales son:

1.3.1. El modelo ABC

Es muy importante para administrar un inventario, identificar aquellos artículos que representan la mayor parte del valor del inventario. Generalmente sucede que, aproximadamente el 20% del total de los artículos, representan un 80% del valor del inventario, mientras que el restante 80% del total de los artículos inventariados, alcanza el 20% del valor del inventario total.

Según este método, las existencias se clasifican, generalmente en A, B y C. Esta clasificación permite establecer prioridades respecto al control de inventario:

Existencias A
Son los artículos más importantes para la gestión de aprovisionamiento, forman aproximadamente el 20 % de los artículos del almacén y, en conjunto, pueden sumar del 60 al 80 % del valor total de las existencias. Estas existencias hay que controlarlas y analizarlas estricta y detalladamente, dado que tienen el valor económico más relevante para el aprovisionamiento.

Existencias B
Son existencias menos relevantes para la empresa que las anteriores, pues tienen un valor económico medio. A pesar de ello, se debe mantener un sistema de control, pero mucho menos estricto que el anterior. Pueden suponer el 30 % de los artículos del almacén, con un valor de entre el 10 y el 20 % del almacén. 

Existencias C 
Son existencias que tienen muy poca relevancia para la gestión de aprovisionamiento. Por tanto, no hay que controlarlas específicamente, es suficiente con los métodos más simplificados y aproximados. Representan aproximadamente el 50 % de las existencias de la empresa, pero menos del 5 o 10 % del valor total del almacén.

Ejemplo: Una tienda de joyería, dispone de existencias A, B y C. Los relojes de alta gama suponen apenas un 20% del total de artículos almacenados, pero su valor en el inventario es muy alto. Las cadenas y colgantes son más numerosos en el almacén, pero representan un valor medio en el inventario. Las alianzas de boda son muy numerosas, sin embargo su valor en el inventario es muy bajo. 

El porcentaje de artículos de cada clase puede variar de un inventario al siguiente como consecuencia de fluctuaciones en cualquiera de las dos variables.

1.3.2. El modelo de Wilson y el tamaño óptimo de pedido.

Con el modelo de Wilson se procura determinar el volumen óptimo de pedido que suponga unos costes de gestión totales mínimos, es decir, que la suma de los costes de pedido más los costes de mantenimiento, sea lo más baja posible. 

El modelo de Wilson se fundamenta en los siguientes supuestos: 

  • La demanda del producto es continua, conocida y homogénea. 
  • El periodo de entrega, que es el tiempo que transcurre entre la emisión de la orden y la recepción del pedido, es constante y conocido. 
  • No se contempla la rotura de stock. 
  • El coste de adquisición es constante y no depende del tamaño del lote.
  • No se contemplan descuentos por grandes volúmenes de compra. 
  • Pedidos constantes y coste de posesión constante. 
  • La entrada del lote al sistema es instantánea una vez transcurrido el período de entrega.


El tamaño del pedido, Q, interviene en la frecuencia con la que se tendrán que realizar los pedidos y en el nivel de inventario: 

  • Cuanto menor sea el tamaño del pedido, mayor será la frecuencia de rotación de stock y menor será el nivel de productos almacenados. La frecuencia de rotación mayor eleva el coste de renovación del almacén (generado por el movimiento de entradas frecuentes), pero disminuye el coste de mantenimiento (almacén más pequeño…)
  • Cuanto mayor sea el tamaño del pedido, mayor será el nivel medio de almacén y su coste de mantenimiento, pero el número de pedidos y el coste de realización de pedidos serán más pequeños. 


El lote de pedido (Q) es la cantidad de unidades que se van a solicitar en cada pedido. Para calcular esta cantidad, hay que considerar que cada realización de un pedido tiene un coste asociado (coste por pedido o CP) y un coste de almacenamiento (CA), además del propio coste de adquisición (CAd) del producto, que es el que figura en la factura. 


  • Coste de adquisición (CAd) Se calcula multiplicando las ventas anuales (V) por el precio del producto (P). 
  • Coste de emisión de pedido (CP) Se calcula multiplicando el coste de un pedido (Cp) por el nº de pedidos (ventas anuales dividido por la cantidad de unidades que se van a solicitar en cada pedido). 
  • Coste de almacenamiento (CA) Incluye los gastos de las instalaciones, la maquinaria, la mano de obra, etc. Se calcula multiplicando el coste de mantener cada unidad (Ca) por el stock medio. 
  • Costes totales (CT) Se calculan sumando los tres costes anteriores (adquisición, emisión de pedido y almacenamiento.
  • Lote económico (Q* Ahora que se disponen de estos datos, y con el fin de minimizar estos costes totales, se obtiene el lote económico o tamaño óptimo de pedido. )
  • Punto de pedido (PP) El punto de pedido (PP) es el nivel de stock que indica que es necesario realizar un pedido nuevo para evitar una rotura de stock. Para calcularlo, se parte del Stock de seguridad (SS), que es la cantidad mínima que tiene que haber en el almacén. Además hay que considerar cuál es el plazo de entrega del proveedor (PE) y la demanda media (DM)
  • Stock de seguridad (SS) Como se ha visto, el punto de pedido depende del stock de seguridad. Para calcularlo, hay que tener en cuenta el plazo máximo de entrega (PME), que son los días que tardarían en llegar los productos si hubiera un retraso. El SS debería ser lo suficientemente alto como para cubrir la demanda media (DM). 


1.3.3. Punto de reorden

El punto de reorden es el nivel de inventario que determina el momento en que se debe colocar una orden (realizar un pedido). 

Dado que transcurre un plazo de tiempo antes de que se reciban las existencias solicitadas al proveedor, hay que realizar el pedido antes de que se agoten las existencias actuales, para lo que hay que considerar el nº de días necesarios para que el proveedor reciba y procese la solicitud, más el tiempo que los productos están en tránsito. 

El punto de reorden es habitual en las empresas manufactureras, donde los departamentos de producción indican al departamento de compras que las existencias de determinado material han llegado a cierto nivel y que debe hacerse un nuevo pedido. 

¿Cómo se índice el punto de reorden?
Existen muchas formas de marcar el punto de reorden, desde las más simples, como una señal, papel, una requisición colocada en los casilleros de existencias, etc., hasta las más sofisticadas a través de sistemas informáticos. 

Una herramienta del punto de reorden es la requisición viajera, cuyo objetivo es reducir el trabajo administrativo, pues de antemano se fijan puntos de control que provocan nuevos pedidos de compras. 

Los dos sistemas básicos que utiliza la requisición viajera para reponer las existencias son:

  • Órdenes o pedidos fijos. El objetivo es dar la orden cuando la cantidad en existencia es justamente suficiente para cubrir la demanda máxima que puede haber durante el tiempo que pasa en llegar el nuevo pedido al almacén.
  • Resurtidos periódicos. Este sistema es muy popular, en la mayoría de los casos cuando se tiene establecido el control de inventarios perpetuo. Consiste en recibir existencias con cierta frecuencia establecida. 


Ejemplo: En un catering aéreo, la orden de pedido de refrescos de cola se producirá cuando en el almacén se ha llegado al nivel de existencias considerado mínimo. El resurtido periódico se produce con la entrega diaria de un número fijo de ejemplares de prensa, en función de la programación de vuelos. 

1.3.4. JIT- Justo a tiempo

El sistema JIT (just-in-time) es un sistema integrado de gestión de producción y gestión de aprovisionamiento. El sistema JIT se fundamenta en el hecho de que la empresa no fabrica ningún producto hasta que no se necesita, es decir, hasta que no haya un pedido firme de clientes o una orden de fabricación.

¿Quién diseñó Just in Time?
JIT fue desarrollado por Toyota y después fue implementado por otras empresas japonesas. Ha contribuido eficazmente al gran desarrollo de las empresas japonesas, lo que ha propiciado el interés de empresas de todo el mundo por conocer y aplicar este sistema.

El JIT, más que un sistema de producción, es un sistema de inventarios, con el objetivo de eliminar todo desperdicio. JIT define el desperdicio como todo lo que no sea el mínimo absoluto de recursos (materiales, máquinas y mano de obra) requeridos para añadir valor al producto en proceso. 

Este sistema tiene como objetivo básico reducir las existencias en almacén. El inventario JIT es el nivel de existencias mínimo para mantener el funcionamiento de la producción y del aprovisionamiento de la empresa eficazmente. 

El sistema justo a tiempo tiene cuatro objetivos esenciales: 

  • Atacar las deficiencias en el control, manejo y distribución de mercancías; 
  • Eliminar barreras para la flexibilidad 
  • Eliminar los costos que no agreguen valor al producto 
  • Buscar la simplicidad de los procesos y productos 
  • Implantar sistemas de mejora continua de la calidad 


Se podría decir que el objetivo de un sistema JIT es conseguir 100% de buenos productos o servicios en cada paso del proceso que va desde la concepción del mismo, a su entrega final al consumidor.

¿Cómo logra reducir las existencias al mínimo?
El sistema JIT reduce los plazos de producción y de entrega a los clientes, reaccionando con agilidad ante los cambios en la demanda y disponiendo de un sistema integrado de calidad que identifique rápidamente los problemas operativos. Se aplican métodos mejorados no sólo de compras sino también de programación de la producción.

El JIT necesita que se hagan modificaciones importantes a los métodos tradicionales con los que se consiguen las piezas: 

  1. Se eligen los proveedores preferentes para cada una de las piezas a conseguir. Se estructuran arreglos contractuales especiales para los pedidos pequeños. 
  2. Los pedidos se entregan en los momentos exactos en que los necesita el programa de producción del usuario y en las pequeñas cantidades que basten para periodos muy cortos con entregas semanales e incluso diarias. Si llegan demasiado pronto, el comprador debe llevar un inventario por separado, pero si llegan demasiado tarde, las existencias pueden agotarse y detener la producción programada.
  3. Los proveedores se ajustan a los niveles de calidad preestablecidos por contrato, con lo que se evita la inspección de los productos que se reciben.
  4. La producción se programa de forma que se minimice el inventario de productos en proceso, así como el almacenaje de productos terminados. Las normas del JIT fuerzan al fabricante a solucionar los cuellos de botella de la producción y los problemas de diseño que antes se solucionaban manteniendo existencias de reserva. 


¿Cuáles son los beneficios de reducir las existencias?

  1. Las reducciones enormes de todo tipo de existencias y por tanto de inventario: materia prima y piezas compradas, productos en proceso y de productos terminados. 
  2. Se elimina la incertidumbre con sistemas de control de calidad avanzados. La producción JIT no permite una inspección minuciosa de los materiales que llegan. Por ello, los proveedores deben mantener niveles de calidad altos y consistentes, y los trabajadores deben tener la autoridad para detener las operaciones si identifican defectos u otros problemas de producción.
  3. Se maximiza el tiempo efectivo y se minimizan los defectos, pues el sistema no funcionaría con fallos frecuentes. A su vez, se requiere de un programa vigoroso de mantenimiento. 


Ejemplo: La mayoría de las fábricas japonesas que funcionan con el sistema JIT, se opera con sólo dos turnos; durante el tiempo no productivo, se realiza un mantenimiento completo de máquinas que tiene como resultado una tasa mucho más baja de fallos y deterioro de maquinaria que Estados Unidos.

1.4 Tipos de inventario

Uno de los principios fundamentales del Control Interno de Almacenes, garantiza la exactitud entre las existencias físicas de los productos almacenados y los registros correspondientes de los mismos en el sistema informático ó administrativo. Las diferencias de inventario son inevitables y debidas a múltiples causas; por lo tanto, es necesario hacer periódicamente recuentos físicos de los productos y comparar con los registros.

Estos son los tipos de inventarios: 

  • Inventario físico: existencias presentes en las instalaciones de la empresa. 
  • Inventario contable: existencias que se reflejan en los libros contables. Su valoración varía según el método elegido por la empresa. 
  • Inventario final / inicial: corresponde a la cantidad en existencias al final del ejercicio contable. 
  • Inventario periódico: realización de un inventario puntual durante el que se recuentan físicamente todas las existencias de la empresa. 
  • Inventario permanente o perpetuo: Con este sistema, el inventario permanece actualizado continuamente, a través del registro de las entradas y salidas producidas. 
  • Inventario rotativo o cíclico: Se realizan conteos programados por intervalos regulares durante el ejercicio. Debe permitir comprobar todas las existencias como mínimo una vez al año. 
  • Inventario dinámico: El control de los artículos se realiza cuando se efectúa su ubicación por entradas o por salidas.

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